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viernes, 21 de noviembre de 2014

Con VIH, enamorado y viviendo en el closet.



Hace un tiempo me llegó una historia que por cuestiones confusas se traspapeló, después cuando la encontré me detuvieron algunos factores antes de poder publicarla. Hoy lo hago, con un poco de pena pues no sé si el chico que la mandó aun lee el blog, pero es demasiado importante como para no hacerlo. Aquí les dejo la historia de MA.



Deseo compartir mi historia, una historia posiblemente aterradora...no sé.

Soy un hombre de 46 años, soltero, asumido gay desde uso de razón, profesionista, atractivo, de closet. Actualmente vivo con una hermana casada menor que yo, su esposo y su hijo (mi sobrino de 10 años de edad); bueno eso de vivir me refiero a que en el terreno que nos dejaron nuestros padres tengo la construcción donde vivo solo y ellos tienen su casa aparte pero realmente convivo con ellos.

Soy el 4to de 6 varones y el 5to en la posición de todos mis 10 hermanos.

Mi memoria oculta indica que a la edad de 4 o 5 años fui abusado sexualmente por un hermano mayor que yo que me lleva 8 años de edad; o sea el tenía 12 o 13 años. Me forzó a hacerle sexo oral, pero hoy recuerdo no tenia erección.

Las condiciones economicas de mi padres nos obligaban a que los hijos varones (4) durmieran en una sola cama lo que con el tiempo provocó que iniciara relaciones con dos de mis hermanos mayores. Estoy marcado pero al recordarlo el incesto no me desagrada en total. Pero lo aborrezco porque posible y esto haya marcado mi vida permanentemente.

Continué con practicas de incesto con mi hermano inmediato mayor el con 16 años y yo con 12 hasta que yo cumplí 18 años y el terminó casandose.

Mis actividades homosexuales se acrecentaron cuando viajando en metro un tipo me tocó mis genitales a la edad de 16 años e inicie este viaje lleno de fango, buscaba sexo en el metro y a la edad de 19 años (1986) frecuenté muchos bares gay de la Cd. de México, D.F.

En 1992 generé herpes zoster que me dió la sospecha de inmunodeficiencia adquirda, corroborándolo un año después y sin seguir tratamiento con ARV (que no habia mas que el mortifero AZT).

Me gradué como Ingeniero Químico en noviembre de 1994 y mi coraje por la vida me hacia infectar a cuanta persona se cruzaba en mi camino. El diciembre de 1994 conoci a un chico que el día que nos conocimos hicimos sexo como yo lo pretendía, con maldad y lo infecté sin pensar que iba a ser mi pareja sentimental durante muy hermosos 16 años hasta su fallecimiento en noviembre de 2010. Arrepentido siempre estaré de haberlo infectado. El supo de mi padecimiento en 1999 fecha en que oficialmente inicié tratamiento con ARV y el inició tratamiento en 2004, muy doloroso su camino (Otra historia).

Actualmente me he enterado del fallecimiento por SIDA de 3 de mis ex-parejas; que aclaro todas mis parejas han sido hombres para nada obvios ni afeminados y comportados como lo que son: hombres.

Aún estando con mi pareja con la que duré 16 años; en diciembre de 2008 conocí a un chico con el que actualmente al día de hoy lo sigo viendo.

Con este último viví mis ultimos casi 5 años como pareja, sin vivir juntos pero conviviendo como tales. No le he confesado que soy VIH+, le he cuidado de no hacer practicas de riesgo. El pocas veces me llevó a su casa y en cambio yo lo presenté como "amigo". A mediados de 2013 él comenzó a portarse cortante, distante y ya no quería salir conmigo los fines de semana; por lo cual sospeché que tenía otra relación con otro hombre. En enero de 2014 opté por romper mi relación con él y cual es la sorpresa; volvió después de 5 años (el tiene 33 años) con su antigua novia, confesando que andaba con ella y que se iba a casar en julio de 2014 pero que quería mantener la relación conmigo. Supongo se casó para cumplir con la presión social y de su hermana que alguna vez le preguntó - ¿Eres gay?. Respuesta lógica: ¡No, no soy gay!. Como ya mi familia lo conocía y para no romper bruscamente la "amistad" decidí terminarlo hasta pasada su boda. Su boda civil fué en junio de 2014 y durante todo el tiempo me buscaba y me confesó que en dos intentos de tener coito con su novia "no funcionó". El día de la boda civil el formalmente se quedó a dormir con su esposa y me confió que se consumó la relación. El último mes antes de la boda religiosa siempre me buscó para estar conmigo, mantuvimos nuestros encuentros y me decía que conmigo simpre la excitación era a máximo. Se casó en julio de 2014 y a los 14 días de su boda religiosa me buscó para un encuentro y después de nuestro encuentro y con el pretexto de reparar su auto me llevó a su casa, saludé a su esposa a su familia completa y hasta comí con ellos. Si, la cagué pero es que no puedo borrarlo de mi mente, estoy enamorado y no sé que hacer.

Pido consejos, todos o reproches son bienvenidos.





Esta historia me pareció desgarradora, primero que nada, lamento mucho que estés enfermo y pasando por situaciones difíciles. Respecto a si el comportamiento con tus hermanos marcó tu historia, me atrevería a decir que es probable que haya influído en tu comportamiento a lo largo del tiempo, pero no realmente en tus preferencias sexuales, es probable que el componente homo existiera previamente, y es posible que también en ellos, pero tu temprano despertar sexual, aceleró el camino a una vida que de otra forma, pudo haber sido emocionalmente saludable.

Es obvio que sabes que muchas de las decisiones que tomaste en el pasado estuvieron erradas, y no me aventuraré a juzgar ni mantenerme ahí. Pero creo que respecto al presente siempre se puede hacer más.

No puedes decidir sobre la vida de tu amigo, quizá, y por lo que nos cuentas, él es 100% gay y sn embargo ha decidido mantenerse en el closet.

Pero el decidir ser feliz es algo que depende de ti, y creo que seguir atado a una relación que no dará para más por las razones que sean, no te hace bien. e da gusto saber que a partir de que estás con él has tomado precauciones, y creo que debes seguirlo haciendo con cualquier pareja sexual o sentimental que tengas. No se vale fastidiar la vida de otros por nuestras decisiones.

Debes seguir retomando el camino a ser dueño de tu existencia, y tienes derecho a estar con una persona que te ofrezca lo que necesitas, pero debes ser sincero con cualquiera que estés y tomar responsabilidad de ello, puede parecer difícil, pero una mentira nunca te llevará a un final feliz, y es probable que si tu amigo vive en una, lo compruebe en algún momento, pero hasta que eso ocurra, lo único que tú puedes hacer es seguir adelante, y tratar de buscar tu propia felicidad.

Espero que si ahora lees esta entrada, tu situación sea diferente, y si no es así que podamos serte de alguna ayuda.

Azul

domingo, 9 de noviembre de 2014

releyendo al Sr Grey


He vuelto a leer 50 sombras de Grey, me pregunto si es tan malo como por qué no me lo pareció, he estado buscando una respuesta a qué es lo que molesta tanto literariamente hablando.
Hay puntos que me quedan claros. Pero nada tiene que ver con la narrativa.
Ok, sí la historia es más de romance que erótica, aunque sigo sin entender qué tiene de malo el romance y lo erótico, acaso creen que las mujeres románticas no pueden poseer una vena perversa? O es que como con el Marqués de Sade, el erotismo se limita a un acto carnal en el cual los sentimientos no están involucrados.
Me parece que muchos de los que juzgan la literatura del Sr Grey lo hacen equivocadamente, es decir, creo que es cierto, la idea del amor que planeta es un poco muy retorcida, y quizá sea una ofensa a los principios feministas.
Y sí, también es cierto que apenas se asoma ligeramente a lo que es el mundo real del BDSM.  Sin embargo, tiene una ventana muy clara a lo que muchas mujeres aún sueñan o soñamos, y creo (cada vez me convenzo más) de que ahí radica el éxito de la saga.
Y no, no es que las mujeres fantaseemos con un tipo que nos humille o haga sentir inferiores.
Pero el asunto es que, muchas veces, es cierto que buscamos el tipo obseso del control, que nos haga sentir estar al lado de un hombre, y lo que es peor, nuestras necesidades maternas o incluso propias del control, de super héroe o no sé yo qué demonios, ahí dirán los psicólogos expertos, no hace invariablemente querer ser las “salvadoras”.
A muchas mujeres les encanta la idea del niño perdido, ese al cual debemos salvar porque las circunstancias lo han convertido en lo que es. Y ese niño perdido suele venir en disfraces muy excitantes.
Puede ser el rebelde sin causa, que hay que domesticar, ese artista salvaje, chico malo, o cerrado emocionalmente, (que en el caso de Grey, es casi todo junto) al cual queremos convertir con amor en una persona de bien. Lo curioso es que una vez logrado suelen perder el atractivo.
Pueden gustarnos más del tipo sensible, que no teme demostrar sus emociones y llora con la escena de la muerte de la mamá de Bambi, porque creemos que está en contacto con su lado femenino , pero llega el punto en que si esto es excesivo, pasamos a aburrirnos y buscar algo más masculino porque la estúpida genética interfiere y un chico así no parece ser el proveedor adecuado para proteger un hogar.
Puede ser el inútil, que normalmente pasa a ser nuestro hijo, y entonces le decimos cosas como, llévate un sueter, no olvides llamar a tal, recuerda que equis…. Esta suele ser una faceta que a veces ocasionamos nosotras, la comodidad de ser atendido suele sobreponerse al deseo de independencia y un día te encuentras harta de que no sea capaz de hacer absolutamente nada por sí mismo.
Y entonces, un día llega el Sr Grey y lo pone todo de cabeza. Es atractivo, seguro, autosuficiente, todo un hombre, es un dios en la cama y lo controla todo.
Y sin embargo… es sensible, se enamora de su chica, está roto por dentro, necesita un amor que nunca ha tenido, es una víctima de las circunstancias, es un niño perdido con un apetito voraz al cual hay que salvar de las garras del padrastro abusivo, de la señora Robinson.
Y entonces me acuerdo de mi, hace algunos años, cuando aún creía que el amor podía con todo.
Recuerdo a ese chico mucho mayor que yo, un hombre completo  con sus 26 años y toda la experiencia del mundo.  Bueno, eso creía yo a mis 19.
Recuerdo la primer vez que lo vi, no estábamos solos y sin embargo no tengo idea de qué hablamos, sólo lo recuerdo a él y no poder dejar de mirarlo y escucharlo.  Las siguientes veces no fue mejor, estar cerca de él me cortaba el aire, me sentía torpe y poco agraciada a su lado, me mantenía callada, cosa que pocos han logrado, sólo queriendo saber y oír todo de él, tenía una visión del mundo fascinante y por supuesto mucho más sabia que la mía. Cuando los coqueteos iniciaron, era yo incapaz de entender si eran reales o sólo mi alocada imaginación queriendo que así fuera, y cuando al fin pasó algo entre nosotros, sabía que estaba entrando en terreno peligroso, pero eso no me detuvo. Porque a pesar de todo había, algo sobre lo que yo sabía mucho más que él, amor, o eso pensaba. Porque mi perfecto y propio Christian Grey también estaba roto, y no creía en el amor, le habían roto el corazón lo suficiente y no se permitiría ser vulnerable. Pero yo, yo sabía que podía abrirlo, romper esa carcaza de piedra y metérmele en la piel.
Sobra decir que no lo logré, y lo único que conseguí fue aprender que el sexo con amor es muy bueno, pero el sexo sin amor no está mal, si saben lo que hacen. Y aunque hace ya un buen tiempo de ello, y mis sentimientos hacia el chico en cuestión han cambiado mucho a lo largo del tiempo, y su capacidad de hipnotizarme desapareció en cuanto la madurez de ambos igualó las cosas, mientras leía 50 sombras, pude recordar perfectamente la sensación.
Y me pregunto si habrá alguna mujer que no sea capaz de recordar ese mismo sentimiento, quizá no todas lo hemos sentido. Pero  quienes hemos caído en las garras de un amor imposible, peligroso, tormentoso, etc. quizá sabemos que no es lo mejor, pero puede resultar muy divertido.
Y entonces, cuando eres una persona sensata, que ha decidido cambiar una relación así, por la estabilidad, por algo saludable, duradero, no hay mejor sitio que las páginas de un libro para olvidarte de eso,  meterte a las sábanas con Christian Grey, es exactamente igual que cualquier otra fantasía, mucho mejor en la seguridad de  la mente de lo que sería en la vida real.
Es como pensar en llevarte a la cama al chico de las películas, al profe de tu hijo (o al tuyo según sea el caso), al hermano súper problemático de tu amiga. Al perfecto esposo de tu prima. Es algo que en la vida real resultaría insensato, peligroso y probablemente sin final feliz, pero tentador como nada.
Y, al igual que con otras fantasías, el problema viene cuando lo llevas a la vida real.
Cuando después de los azotes en el trasero, o las humillaciones, tu esposo no es Christian grey, sino solo el tipo que se da la vuelta en la cama para dormir lejos en lugar de acunarte cuando te ha dejado vulnerable.
O cuando sabes que el chico malo se quedará malo, pero aún así insistes en entregarte y querer rescatarlo con tu amor, dejando que te convierta en su esclava literalmente, sin obtener ninguno de los beneficios del sr Grey, sino solo un sentimiento de vacío.
Y a niveles más estúpidos, cuando se te pasa la mano y no puedes literal sentarte en días, o debes llamar a los bomberos para que abra las esposas porque perdiste la llave, o a la ambulancia porque resbalaste en la ducha al intentar una pose complicada con el suelo mojado.
Así que, una vez releído 50 sombras, encuentro poco más contenido que la vez anterior, es un libro para la cabecera, para llenarte de sueños inquietantes y fantasías eróticas, porque sí, las románticas también podemos ser apasionadas. Es una novela de amor llena de sexo, y el Marqués de Sade se sentiría muy ofendido al respecto, pero sin duda es más probable que al sr Grey le permitiera colarse en mi cama que al rey del sadismo. Porque es cierto, 50 sombras de grey no habla realmente sobre el BDSM, ni a muchas les importa eso, porque  la gran mayoría de las chicas, podemos soportar ligeras dosis de dolor cuando más (algunas ni eso), pero lo que realmente disfrutamos es un hombre capaz de hacernos conocer sensaciones que ni siquiera imaginamos,  de sentirnos deseadas, excitantes y sensuales, y algunas, es cierto, están dispuestas a pagar el precio de la humillación a cambio, pero no todas, y justamente eso es lo que hace interesante al Sr Grey, a diferencia de el Marques de Sade, aquí se trata de reciprocidad, y no sólo de complacer por complacer, existe en cada caso una recompensa.
Y ese es un premio muy tentador, pero claro, no es algo que se encuentre tan fácil, y creo que por eso es tan exitoso.

Sin embargo, por tentador que resulte, creo que debería venir con una leyenda que diga, no intente esto en casa, o: 50 sombras es un libro de amor con mucho sexo, no un manual de erotismo. Y así quizá nos ahorraríamos muchos problemas con los puritanos del Porno literario y el BDSM.
Por cierto, espero casi con ansias la película, pero sé que la decisión sobre si valdrá la pena verla, la tendrá el comité que decida las clasificaciones, una película para más de 18 años (o incluso 21), seguramente será un éxito a nivel morb, si la dejan en 17+, casi seguro será sólo una melosa historia de amor con algunas escenas de sexo velado por sábanas y cortinas de ducha.