Este poema lo leí cuando tenía como 14 años, en ese momento me causó mucho ruido porque usaba palabras que desde mi punto de vista eran casi altisonantes, y la mitad de las cosas de las que hablan me parecían impensables, hoy, mucho tiempo después, me parece una obra de arte, quizá más mujeres deberíamos considerar nuestros genitales con la misma delicadeza que lo hace Rosa María Roffiel.
El texto fue tomado del blog "corramos libres"
Mi vulva es una flor, es una concha, un higo, un terciopelo está llena de aromas, sabores y rincones, es color de rosa, suave, íntima, carnosa.
A mis 12 años le broto pelusa, una nube de algodón entre mis muslos, siente, vibra, sangra, se enoja, se moja, palpita, me habla, guarda celosa entre sus pliegues el centro exacto de mi cosmos, luna diminuta que se inflama, ola que conduce a otro universo.
Cada 25 días se torna roja, estalla, grita, entonces, la aprieto con mis manos le digo palabras de amor en voz muy baja, es mi segunda boca, mis 4 labios.
Es traviesa, retoza, chorrea, me empapa, le gustan las lenguas que se creen mariposas los penes solidarios, la pulpa de ciruela femenina, o simplemente las caricias venidas de mi misma.
Es pantera, gacela, conejo, se ofrece coqueta si la miman, se cierra violenta si la ofenden.
Es mi cómplice, es mi amiga, una eterna sonrisa de mujer complacida.
Wowoo, regio. TAn intimo, tierno y acertado. No lo conocìa y he disfrutado leerlo.
ResponderEliminarSI, es una joya la verdad, gracias por pasarte por aca. Un beso
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